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2005/04/02

Show #15 : 02/04/2005, Madrid @ Palacio Deportes  


Venue: Palacio Deportes  [ Website ]

Address: Av. Felipe II, 28009 Madrid

Capacity: 14000

Reviews 4

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Julio Carlos/Gómez Montes De Oca  
le 19/04/2005
"Delicatessen para gourmets" A lo largo de poco más de dos horas, el que fuera líder una de las bandas punteras de los años ochenta (Dire Straits) -y que ya atesora una sólida carrera en solitario- combinó virtuosismo y belleza con una serenidad y confianza muy poco habituales en el panorama musical contemporáneo. En “Horizontes perdidos”, la novela de James Hilton adaptada al cine por Frank Capra con gran acierto, se describe Shangri-La como un mundo de ensueño en el que la bondad, la fraternidad, la convivencia en paz, el bienestar continuo, y la longevidad son parte esencial y cotidiana de todos los que viven en él. Una forma de vida que parte de una forma de pensar, de una ideología en la que el respeto a los demás y la falta de egoísmo son los principios fundamentales para conseguir la felicidad. Tras ver y escuchar a Mark Knopfler el pasado sábado en el flamante Palacio de los Deportes de Madrid, a uno no le extraña que haya titulado “Shangri-La” a su último trabajo discográfico, ya que -si bien supone un homenaje al mítico estudio donde los cortes del disco fueron grabados- también es un ejemplo de la filosofía que el escocés y su banda desgranaron en su –digámoslo ya- espléndida actuación ante un público entregado que abarrotaba el recinto. Desde el primer momento se hizo evidente que, a diferencia de su predecesor, el nuevo Palacio proporciona una excelente acústica. Sin ecos metálicos, ni saturaciones innecesarias, cada instrumento sonó perfectamente equilibrado, diferenciado y con cuerpo. Algo muy de agradecer en tanto en cuanto no tuvimos que sufrir ni la fatiga auditiva ni el zumbido habitual en otros locales de la capital como el Palacio de Vista Alegre. Es este un elemento esencial para una banda como la de Knopfler, que hace de la sutileza y los pequeños matices su principal arma sobre un escenario. Con los primeros compases de un correcto pero algo frío “Why Aye Man”, primer single de su anterior disco (The Ragpicker’s Dream), se iniciaba el concierto poco después de las nueve y media de la noche. Pero fue a partir del segundo tema, el célebre Walk Of Life, cuando se estableció la complicidad entre público e intérprete. Con un tempo algo más pausado que en su versión original, los nuevos arreglos permitieron entre otras cosas la inclusión de un estimable sólo de Hammond de Matt Rollings, teclista que sustituye al habitual Jim Cox (enfermo de un oído) en esta gira. Le siguió “What It Is”, una de las canciones de Knopfler en solitario que más recuerdan a su trabajo con Dire Straits. A lo largo de su sección central, el guitarrista demostró no haber perdido ni un ápice de las virtudes que le catapultaron a la gloria hace más de dos décadas: Su forma de paladear cada nota para sacarle el máximo partido sin necesidad de correr los cien metros lisos sobre el mástil de su instrumento. Ese toque sincopado, melódico y lleno de swing estuvo presente durante toda la noche impregnando el ambiente de una innegable hermosura. “Sailing To Philadelphia” era la continuación idónea y sorprendió a propios y extraños escuchar a Knopfler haciendo sus pinitos con una voz inusualmente clara y fresca. A nadie se le escapa que ese ha sido siempre su punto débil y, aunque sigue sin ser ningún prodigio como cantante y durante el resto del concierto no dió muestras de esforzarse a ese respecto, parece ser que los años que lleva sin fumar empiezan a dar su fruto. Con grandes aplausos fue recibida “Romeo & Juliet”, uno de los clásicos incontestables de los Straits, que ganó muchos enteros por la forma directa y sencilla en que fue interpretada por esta banda en contraste con los algo aparatosos arreglos de la gira de despedida de aquellos. Inmediatamente después, los primeros compases de “Sultans Of Swing” enloquecieron al respetable. Al igual que con el tema anterior, esta versión estaba mucho más cercana a la original de 1978 que en cualquiera de las giras anteriores. Acompañado exclusivamente por otros tres intérpretes, esta canción puso en evidencia la perfecta comunión entre Knopfler y sus músicos actuales, en especial Richard Bennett, excelso guitarrista al que por desgracia apenas pudimos saborear en toda la noche. Se echó en falta un poco más de protagonismo para este músico de Chicago afincado en Nashville, que tiene un su haber colaboraciones con Neil Diamond, Emmylou Harris y Marty Stuart entre otros y que recientemente ha publicado “Themes From A Rainy Decade”, un álbum instrumental que recuerda a lo mejorcito de Hank Marvin con The Shadows o a los mismísimos Ventures. Acompañado por batería, contrabajo, y bouzouki, Knopfler se apuntó un tanto ante la numerosa audiencia al tocar una animada y muy divertida versión del “oé, oé, oé” que se había empezado a corear momentos antes en la pista y las gradas. Este es otro de los guiños –nada improvisados- que viene repitiendo desde hace años pero que siempre encuentra eco entre su público. A partir de ese momento, se abrió un paréntesis en el cual, con toda la banda sentada, escuchamos algunos de los temas de raíz country y folk que han formado parte importante en la discografía en solitario de Mark Knopfler. Concretamente fueron “Done With Bonaparte”, “Song For Sonny Liston” (con arreglos muy superiores a los del álbum del que procede), “Donegan’s Gone”, (en la cual pudimos escuchar a Knopfler tocar slide guitar con mucha soltura) y “Rüdiger”. Esta última alcanzó cotas de expresividad y belleza que ponían la carne de gallina. De nuevo en pie, se incrementaron la energía y los decibelios para enfilar la recta final del concierto. Primero llegó el turno de “Boom Like That”, primer single del último lanzamiento discográfico del músico escocés, con la entrada progresiva de todos los miembros de la banda seguida de un apabullante “Speedway At Nazareth” en el cual el reputadísimo percusionista Danny Cummings demostró que su apresurada elección como batería sustituto de Chad Cromwell (que por motivos personales tuvo que abandonar la gira antes de llegar a Europa) no tenía nada de casual. Conoce los temas a la perfección y en Madrid (su segundo concierto en esta gira) dejo bien clara su versatilidad. Para terminar, Knopfler realizó un vigoroso y sobresaliente despliegue de talento y virtuosismo en “Telegraph Road”, uno de sus clásicos atemporales -cercano al cuarto de hora de duración- en el que no sobró ni faltó una nota y en el que la frescura y la imaginación del guitarrista alcanzaron su máxima expresión. Tras el preceptivo paréntesis para que un público en estado de gracia reclamara el regreso de su ídolo, los bises comenzaron con la imprescindible “Brothers In Arms”, quizá una de las canciones más redondas y desgarradoras que se hayan escrito en el último cuarto de siglo. Memorable fue la utilización del acordeón por parte de Matt Rollings que le añadía otra dimensión a este melancólico himno antimilitarista Sin tiempo a recuperar el resuello comenzó el inequívoco riff de “Money For Nothing” que tuvo como nota curiosa el empleo de Richard Bennett de un badajo y una pandereta durante toda la canción. El último recuerdo a los Dire Straits fue “So Far Away”, el tema con el que se iniciaba el disco más importante de la historia de la banda y que les convirtió en estrellas a nivel mundial. La despedida llegó con dos temas de la banda sonora de la película “Local Hero”. "Mist Covered Mountains" y el bellísimo “Wild Theme” (tocado exclusivamente por Knopfler y su inseparable teclista Guy Fletcher, espléndidos ambos) sonaron sobre un escenario que simulaba un cielo estrellado (única excepción dentro de la notable sobriedad en la puesta en escena del concierto). Fue el broche de oro a una noche que se nos hizo cortísima. Al abandonar el pabellón las sonrisas de satisfacción se repetían entre los rostros de los asistentes. Es evidente con el paso de los años que Mark Knopfler gana en musicalidad y delicadeza como un buen Vega Sicilia añejo. Se nota que él y su “nueva” banda (los 96ers, llamados así por el año en que se reunieron por vez primera) disfrutan enormemente con lo que hacen, ajenos a las tensiones y obligaciones que impone un “megagrupo” como lo era Dire Straits. Y eso se hace patente en su música. Más relajada pero igualmente intensa y mucho más paladeable. Quizá esa confianza y sencillez debería traducirse en la inclusión de un mayor número de canciones de su último álbum en los conciertos. Para ser un artista con cuatro discos en solitario, Knopfler sigue dependiendo demasiado de sus grandes éxitos con los Straits, (aunque poco se puede objetar a su condición de clásicos que cualquier espectador quiere escuchar). Sin embargo, en conjunto, el espectáculo que ofreció en el Palacio de Deportes de Madrid sólo puede calificarse de excepcional y, de hecho, supera con creces el que diera en la Plaza de Las Ventas en 2001. Da la impresión de que el accidente de tráfico que le obligó a cancelar su anterior gira le ha hecho regresar a la carretera con más ganas que nunca. Desde luego, visto el resultado, el que suscribe no tiene nada que añadir, salvo el deseo de que así sea por muchos años más.
Jacques  
le 06/04/2005
Great show!!!as for the setlist,M.K,even with D.S has always played the same songs from tours to tours so it's not a real surprise that for this tour he didn't change so much things,like a lot of people do in their own life.and the songs he played are so great that I was very happy to hear them again,perfectly well played.bravo to the audience,a very appreciative one.
Borja  
le 04/04/2005
More or less what i expected: a poor setlist well played with "Why Aye Man","Speedway At Nazareth", "Sultans of Swing", "So Far Away" and particularly "Telegraph Road" as major highlights. The sound wasn't very good, at least from the 2nd row, and Mark's vocals were hard to understand. "Why Aye Man" is a relly good song to warm up the show, with all the crowd singing Why Aye, Why Aye Man. "Walk of Life" was a little slow and i missed some guitar in the outro. "What it is" is a wonderful song and was beautifully played, however it seemed to me that Mark struggles a little to sing it. "Sailing to Philadelphia" was good. "Romeo and Juliette" has a slightly different intro, and i liked Danny's powerful drumming during the chorus, it resembled to that of Alchemy. Suddenly the "Thank youuuuuuu ¡" came out of Mark's mike as they played "Sultans of Swing". It was played without the stop + slow part building up the final solo and it was kind of short (6-7 min). In my opinion Mark was improvising certain parts of the outro solo. not my favourite version but still a great song.Guy and Matt left the stage for this one by the way. Then the crowd started singing "Oé oé oé" and Mark started playing with the band following, particullarly Matt on accordion.It was a longer version than other that i remember from past tours. Then the quieter part of the show started, "Done with Bonaparte"(he forgot to introduce the band ¡¡¡), "Song for Sonny Liston" played by Mark, Glenn and Danny which y liked much better than the record version, "Donegan's Gone" an "Rudiger" this one with a great rythm guitar playing by Richard. until this part of the show all the crowed was standing up, singing, dancing and listening to slower songs like "Romeo" or "Sailing" but during this part of the show those who could sit down, starting with people at the first row. The show went hot again with "Boom like that" and people went wild with the outro of "Speedway", which was awesome with Danny's drumming and Mark's playing. I found it hard to listen to Richard's guitar, by the way. People calmed down with the intro to "Telegraph Road". What a song. It was worth paying the ticket. Awesome. I haven't got words to describe it. What an outro with Mark playing his MK Fender signature. AWESOME. The full house started roaring and clapping when it finished. Then they left the stage and came back to play "Brothers in Arms" and "Money for Nothing", just with Mark's guitar. "Money" had no acoustic guitar intro like on STP tour not even the drum intro, he went right for it. Then they gathered in the stage and did what seems to be this tours standard: they gathered in a circle and did as if they were talking between themselves wondering what to play which was "So far Away". This is not one of my favourites but it wonderfuly played. At certain point the house lights went on and i could tourn around and see ALL the crowd moving their hands and singing along. They did this gathering in a circle in the stage again and played "The Mist Covered Mountains" and "Wild Theme", a classical ending. Further comments? The band played really tight and Mark's playing is really good BUT the setlist is very poor, and i don't mean about the dIRE sTRAITS songs they're playing (4 songs out of the Brothers in Arms record?), but about the album that they're promoting: most fans agree that "5:15 a.m.", "Everybody Pays", "The Trawlerman's Song" and "Shangri-La" are much better that "Donegan's Gone", "Boom Like That" and "Song for Sonny Liston" but...
quillo  
le 03/04/2005
LLeno absoluto en un magnifico nuevo Palacio de los deportes donde la acustica es fabulosa.Sin embargo la voz de Mark se escuchaba levemente y casi era inaudible las letras de las canciones.Como era de esperar no nos sorprendió con nada nuevo respecto a su última gira,es más el repertorio fué más corto que los de la primera parte de la gira y no nos deleitó con Trawlersman song o Back to Tupelo.La parte de Dire Straits tampoco nos trajo ninguna sorpresa, si acaso un Walk of Live demasiado lento que no transmitió y un Sultans of Swing versión corta perfecta de ejecución pero que nos supo a poco.Sin embargo a pesar de seguir pensando que despues de 3 años debería haberse trabajado un poquito más los repertorios y de que echamos de menos tiempos pasados, lo del Telegraph Road y So far Away fueron para no olvidarlo, sin duda de lo mejor, demostró que las manos le siguen funcionando a plenitud. Os volveré a escribir desde Barcelona, ojalá allí el repertorio sea más sorpresivo, pero de todas formas GRACIAS Mark por seguir siendo tan genuino y tan maravilloso, nos hiciste disfrutar otras dos horas y media de nuestras vidas. Gracias Guy por mantener nuestra ilusión. Nos vemos el jueves.